El primer paso para conseguir que nuestro hijos se desarrollen correctamente es el movimiento.
Es, pues, el DESARROLLO MOTOR la base de nuestro trabajo y le damos una importancia prioritaria en nuestras evaluaciones.
Los primeros meses de vida parece que los bebés solo comen y duermen, pero ni mucho menos.
¡El reloj del desarrollo ha empezado a correr!
Cada estímulo que recibe el bebé queda registrado en su cerebro.
Al inicio de la vida nos regimos por las partes del cerebro más primitivas, las que hacen funciones vitales como respirar, el latido del corazón… y crean automatismos.
Los seres humanos estamos llenos de automatismos, necesarios para hacer funciones mas complejas, como por ejemplo andar y hablar a la vez.
Si andar no fuera un proceso automático tendríamos que poner tanta atención en no caernos, por ejemplo, que sería imposible atender a lo que nos dicen o pensar una respuesta.
En la visión también hay muchos procesos automáticos como los movimientos oculares. Si estos no se han automatizado pondremos tanta atención en seguir la línea, en no perdernos o en diferenciar una letra de otra, que será imposible tener una buena comprensión lectora.
El movimiento en los primeros días, meses y años del niño está activando estas partes del cerebro que harán funciones automáticas permitiendo a la corteza cerebral hacer funciones complejas como leer, hablar o escribir.
Como lo evaluamos:
En MULTISENS estamos especializados en reflejos primitivos que son los movimientos automáticos que hacen los bebés al nacer, como mamar, agarrar algo cuando le tocas la mano o estirar el cuerpo cuando su cuello se inclina hacia atrás.
Estos reflejos tiene que aparecer en el bebé, estimular su cerebro primitivo, enseñarle un proceso automático y desaparecer.
Si al hacer las pruebas encontramos que estos reflejos siguen activos quiere decir que estamos gastando mucha energía en acciones que deberían ser automáticos.
Con la terapia de TMR conseguimos estimular las partes primitivas del cerebro con movimientos que imitan a los del bebé y que se integren los automatismos adecuados para la edad del paciente.